Podemos asegurar que la explicación es bien simple, en el último instante se suspendieron las comparecencias. Un chasco para para un grupo de feligreses, instigadores principales de una querella no menos infundada que de dudoso objetivo. Pero eso es otra historia…
Estaba al tanto
En los últimos textos insistimos, el Cardenal Osoro estaba al tanto de todo. Lo sabemos desde el principio por múltiples fuentes. Varios e influyentes son los testigos de su aprobación, y una carta. Los feligreses de San Jorge se alborotaron cuando conocieron la transformación de los activos de la Fundación Santísima Virgen y San Celedonio, y pidieron explicaciones con el párroco Juan Pedro Carrera a la cabeza “moviendo los hilos”. Una feligresa escribe al arzobispo una carta y este le responde. Gracias a ella sabremos la verdad. Entresacamos unos párrafos:
“Desde la Fundación se ha procedido legalmente y de forma totalmente correcta”. Palabra del Cardenal Osoro. Le da pena que no se trasladaran los planes de transformación de activos a la parroquia, realmente no valoró suficientemente la oposición de los fieles, por eso se encargaría personalmente de asegurarse la continuidad de la parroquia de San Jorge en una reunión con la entidad compradora, la Universidad de Nebrija, que le garantizó esa continuidad. Sabemos dónde se celebró esa reunión y quien estaba presente, pero eso es otra historia…
Gran animadversión de los feligreses
Pero garantizar la continuidad de la parroquia ya no interesa a los feligreses, deciden “ir a por él”. En su carta el Cardenal convoca a la feligresa firmante a una reunión, pero los parroquianos tienen otros planes, utilizan la carta del Cardenal para querellarse contra él, no reparan en la situación de incertidumbre e ilegalidad de la residencia de mayores, solo les importa seguir en su parroquia a cualquier precio: inaudito, insólito. Pero al final todo indica que pagarán cara su arrogancia y su egoísmo.
Son gente instruida e influyente, pero van a por el Cardenal. Lo que nos extraña es que éste dé la espalda a los profesionales más cercanos, los que habían compartido con él los problemas de las Fundaciones, los que pusieron sobre la mesa soluciones como la Ciudad de la Misericordia, que al final se fueron marchando o han sido despedidos, o simplemente vejados por el sacerdote Belda. Tremendo.
El milagro
En sus declaraciones a Rodrigo Pinedo de Alfa y Omega, leídas en un medio serio y amable como “Religión Digital”, a la pregunta “Supongo que también querrá que se aclare el lío con las fundaciones vinculadas con la diócesis…” el Cardenal Osoro manifiesta:
“..//..debo ser prudente porque hay una investigación canónica –cuyas primeras conclusiones presenté al Papa en persona– y distintos procesos judiciales en curso…//..”
Cardenal, creemos que es momento que dé explicaciones, si como usted dice textualmente en su carta “su actividad y funcionamiento son ajenos al derecho canónico” ¿por qué encarga una investigación canónica en una Fundacion civil, y a un sacerdote? ¿Porque no ha buscado un abogado con experiencia que le informe con solvencia jurídica?
“..//..Ya se ha garantizado la continuidad de la parroquia de San Jorge y de la residencia Santísima Virgen y San Celedonio..//..”
¿Puede explicarnos como puede garantizar la continuidad de la residencia de Santísima Virgen y San Celedonio cuando informes de reputadas empresas consultoras como Gran Thorton la declara inviable, cuando no hay licencia de actividad y sí Resolución de Clausura y Cierre desde 2015, cuando un grupo de expertos dice lo contrario, o cuando un grupo de profesionales tampoco ven viabilidad económica de la fundación?
¿No será Cardenal que usted a lo que ha ido al Vaticano es a pedirle un milagro al Santo Padre y no a presentar un informe?
“..//..Le aseguro que vamos a llegar al fondo, caiga quien caiga..//..”.
Esto decía también el Cardenal en sus declaraciones, esperemos que si no lo hace, la Justicia llegue hasta el fondo, caiga quien caiga.
La carta
La feligresa de San Jorge, la abajo firmante, utilizó la carta del Arzobispo Osoro para querellarse contra el Cardenal. Poco cristianismo vemos en toda esta patraña de intereses menores y daños mayores. Lectores, lo dijimos desde el primer día. No escribimos para dañar a nadie. Diremos simplemente la verdad. Lean la carta, en que el Cardenal Osoro reconoce que “Desde la Fundación se ha procedido legalmente y de forma totalmente correcta”.