Cardenal Osoro, Su Santidad le ha ofrecido un puente de plata con su nombramiento como nuevo miembro de la Pontificia Comisión para América Latina, el órgano de la Curia Romana destinado a impulsar las relaciones entre las diferentes instituciones encabezadas por la Iglesia de Roma y que tienen su misión en América Latina, tal como informaba Europa Pres el pasado mes de marzo; aprovéchelo, y Su Señoría el juez del 28 le ha “echado un capote” al aplazar las declaraciones de los “investigados” hasta septiembre, con este aplazamiento ya va para dos años que se impide que Su Eminencia declare, que tendrá que hacerlo es bien sabido, está demandado en primer lugar, presidía todas las Fundaciones, su nombre será un clamor en cada declaración, si no lo hace se quebrarán las garantías procesales de los investigados, es nuestra opinión, y también pensamos que resultaría escandaloso que un hombre de la Iglesia de su responsabilidad no afrontara las suyas, la mínima es ir como testigo y contar la verdad bajo juramento, tremendamente sospechoso que no vaya ni quieran que vaya.
La sabiduría está en Dios
Lo que sucede es que son tan abundantes las pruebas de que “no hay caso” que todo esto se está transformando en algo muy incómodo, si al pánico del Cardenal se suma el atrevimiento del sacerdote Belda, que por primera vez quiso debatir en los medios un asunto delicado, como una demanda que concernía al Arzobispo, echando la culpa a otros de una “no culpa”, ni del Cardenal ni de nadie, y de la confusión ha logrado ser “investigador canónico de Fundaciones Civiles” – un oxímoron superlativo en toda regla - y secretario omnímodo de todas, acosar y amenazar a altos cargos hasta echarlos vejándolos – supuestamente, según consta en las demandas contra él, - y en su intento de no dejar “títere con cabeza” ha puesto al Cardenal en una posición muy incómoda, ya no sale en el medio amigo Vida Nueva diciendo “no lo sabía”, como relata aquel precioso poema de Millares “no lo sabía, estoy al margen, vivo en mi torre solo y no sé nada”, ya no envía a su responsable de medios a hacer el ridículo acusando en primera persona, como si fuera parte, tuvo un arrebato de cólera en la clausura de la Conferencia Episcopal y habló de “trama internacional”, en vez de ir al juzgado dejó atónitos a sus compañeros pastores, habían entonado el cántico del Espíritu Santo, el “Veni Creator Spiritus”, no se podía terminar así, no se habían reunido para escuchar un desesperado intento de seguir con algo imposible, las pruebas lo demuestran y sus compañeros lo saben: Cardenal, estaba al tanto y lo hizo por bien, rectificar es de sabios, y recuerde que a quien tiene que darle cuentas de todo esto no es al juzgado, ni siquiera a los que ha denigrado y perjudicado gravemente, es al Altísimo, si relee la primera carta a los Corintios sabrá que en él reside toda sabiduría “qué es del sabio? ¿qué del escriba? ¿qué del escudriñador de este siglo? ¿no ha enloquecido Dios la sabiduría del mundo? Porque por no haber el mundo conocido en la sabiduría de Dios a Dios por sabiduría, agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación”.
Estuvimos solos
Durante meses estuvimos solos, “no nos entraba en la cabeza” que personas que conocemos y apreciamos, hombres de paz y de la Iglesia, con carreras brillantes y muy respetados, se conjuraran en una “trama” para “expoliar” los bienes de la Iglesia o de las Fundaciones que preside el Arzobispo. En vez de acudir a publicar las filtraciones de parte de las demandas nos interesamos por investigar los documentos. La primera sorpresa fue importante: el demandado era en primer lugar el Cardenal, y los demandantes respondían a perfiles muy concretos con anomalías de base: ni la parroquia san Jorge era de la Iglesia, sino de la Fundación Civil de la Santísima Virgen y San Celedonio, ni la Fundación Santamarca se dedica al alquiler social, sino a mantener escuelas para desfavorecidos, y los Molina Padilla vivían holgada y felizmente de la Fundación de sus antepasados; además una Residencia de ancianos con orden de cierre, pérdidas continuadas en los colegios, curas beneficiados en vez de fines alcanzados, solo en esas tres Fundaciones el guirigay era tremendo y las soluciones imprescindibles, luego aparecieron informes que avalaban el caos de gestión de muchas Fundaciones y la necesidad de transformar activos de manera inmediata en algunas, por mera supervivencia, aparecieron multitud de tasaciones y de ofertas, presencia del Arzobispo en algunas negociaciones, y en medio un gran proyecto, la Ciudad de la Misericordia, que acogería instalaciones modernas para jóvenes y mayores en un lugar de verdadera necesidad. Nos dimos cuenta de la verdad y pedimos al Cardenal que la dijera, las pruebas son abrumadoras, “diga la verdad” proponíamos en un editorial.
Pero ya no estamos solos
Algunos medios han empezado a hacer preguntas o a replicar algunos de nuestros escritos; en algún momento se dieron cuenta que nuestra posición tenía solvencia y verdad, y que la precipitada información que filtraron medios interesados no obedecía más que a desviar el foco. Medios que no se hicieron preguntas sino que escribieron al dictado, son medios acostumbrados a investigar, pero que actuaron como herramienta de difamación.
Ahora las preguntas llueven sobre el Arzobispado de Madrid, solicitando información sobre la situación de las fundaciones y las medidas que se han tomado últimamente para su gestión. Entre otras cosas quieren saber:
-Si el informe de PriceWaterHouse de 2017 sigue siendo la hoja de ruta del arzobispado respecto a las fundaciones.
-Cómo está el proyecto de la Ciudad de la Misericordia y si se da por perdido.
-Qué va a hacer la archidiócesis para sanear las fundaciones, sus pérdidas, y obtener mayor rentabilidad económica para cumplir los fines fundacionales y reorganizarlas de forma más efectiva.
-Quién está al cargo ahora del saneamiento y la gestión de estas fundaciones, ya que no existe un Delegado de Fundaciones.
-Sobre la residencia de ancianos de la Fundación Santísima Virgen y San Celedonio pesa una orden municipal de clausura y cierre. ¿Cómo se va a solventar este problema? ¿Dónde se van a reubicar los ancianos? ¿Sufre pérdidas esta fundación?
-Sobre la fundación FUSARA. ¿Sufre pérdidas, puede seguir manteniendo sus fines fundacionales? (el colegio para niños vulnerables y la residencia). Las rentas de esta fundación se obtienen de los alquileres de los bloques de vivienda, ¿qué relación hay con los inquilinos? ¿Es verdad que algunos alquileres son muy bajos?
-¿En qué punto está la investigación canónica?
-¿Por qué el sacerdote Javier Belda, además de investigador canónico, es también secretario de algunas de estas fundaciones?
-¿Tiene pruebas la archidiócesis de que “se la han jugado” al arzobispo, y de qué detrás hay un "entramado u organización criminal"?
“Silencio por ahora”
El Cardenal calla. Y otorga. Nadie sabe qué hacer con él.