Mujeres que no se rinden es el que lema que desde hace casi dos décadas impulsa el trabajo de la Fundación de Solidaridad Amaranta, una entidad sin ánimo de lucro creada por el instituto de la Religiosas Adoratrices para cohesionar su acción social. Su fin es lograr la integración personal e incorporación social de mujeres y adolescentes afectadas por la prostitución y otras situaciones de exclusión. Y lo hacen a través de las delegaciones con las que la fundación cuenta en Andalucía, Asturias, Galicia, Valencia e Islas Baleares, así como mediante proyectos de cooperación fuera de España.
Para ello, fomentan y apoyan programas de atención integral a mujeres y adolescentes excluidas por la prostitución u otras formas de opresión y explotación. Asimismo, impulsan programas de desarrollo comunitario y promoción con el fin de favorecer y dar seguimiento al proceso de inserción de estas mujeres.
La sensibilización y educación es otro de los ejes de actuación de la fundación, que promueve campañas y acciones reivindicativas, con el fin de dar a conocer las causas de exclusión y la violación de los derechos de la mujer, así como las respuestas y alternativas posibles, fomentando el compromiso a nivel individual y colectivo. Este es el caso del programa Movilízate contra la trata, una iniciativa que busca la sensibilización sobre el fenómeno de la trata de seres humanos (en su mayoría niñas y mujeres), dirigida a la ciudadanía del Campo de Gibraltar para fomentar la toma conciencia y participación en la lucha contra esta lacra social.
De hecho, con sus acciones, la Fundación de Solidaridad Amaranta persigue la creación de una sociedad inclusiva y más justa, promoviendo la multiculturalidad, la igualdad de género y todos aquellos aspectos que favorezcan el desarrollo de los valores necesarios para crear una sociedad en la que todas las personas podamos vivir con dignidad e en igualdad.
Y toda esta labor, la realizan también impulsando el desarrollo social y la integración de las mujeres en sus respectivos lugares de origen. Lo hacen a través de distintos proyectos de cooperación en países como Bolivia, Perú o República Dominicana, conjuntamente las comunidades de Religiosas Adoratrices existentes en estos lugares.
Adoratrices
Una joven llamada María Micaela Desmaisières y López de Dicastillo es la fundadora de la Congregación de Religiosas Adoratrices en el siglo XIX. En 1845 en la calle Dos Amigos, Madrid, Micaela junto a otras jóvenes comienza a dar los primeros pasos de lo que será la congregación, posteriormente aprobada en 1856. La orden nace como consecuencia de la necesidad y desamparo en que se encontraban las jóvenes caídas en la prostitución y que la fundadora pudo conocer en sus visitas a las enfermas del hospital de San Juan de Dios.
En la actualidad, la congregación tiene presencia en Europa, África, América y Asia, en donde cuenta con más de cien casas en las que realiza su labor social a favor de las personas más vulnerables.