Se lo contaremos todo
Qué sucedería en la hipótesis de que hubieran contado la verdad al Papa Francisco, empecemos por la Fundación Santamarca, San Ramón y San Antonio, FUSARA; habla el Cardenal Osoro:
“Santidad, la Fundación vendió catorce inmuebles de su propiedad “de una tacada”, pretendía con esa decisión tres cuestiones: enjugar las pérdidas de los dos colegios e internados de niños desfavorecidos; adquirir y desarrollar activos con una mayor rentabilidad que corrigiera ese déficit recurrente en el futuro; y construir un nuevo y moderno colegio que diera el mismo o mayor servicio que los dos actuales con menos cargas financieras. Usted piense, Santidad, lo que perdían al año los colegios ponía en peligro la viabilidad de la Fundación, figura en los documentos entregados al Juzgado 28 de Madrid, que es el responsable de dirimir si hubiera alguna responsabilidad:
Cada vez menos alumnos y cada vez más pérdidas. Para financiarlas, la Fundación FUSARA alquilaba las viviendas de los edificios citados y así, con los recursos generados por su patrimonio inmobiliario podía ir haciendo frente a las pérdidas operativas, pero Santidad, estamos entre amigos, la gestión era un desastre; esto es lo que me llevó a proponer actuaciones para salvar la situación, encargamos informes económicos y sociales sobre la rentabilidad de las viviendas, están en pleno centro de Madrid, y no son viviendas sociales sino alquiladas en el libre mercado, lo que pasa es que nadie actualizó nunca las rentas, y los inquilinos felices, algunos con mucho dinero pagaban rentas mínimas, fíjese lo que decían los estudios encargados sobre su rentabilidad, tras fijar los criterios de ponderación de la valoración de cada renta, leo textualmente:
Calle Barquillo
Se concluye que el alquiler medio es de 13,21 €/m2/mes, siendo la media en la zona de 20,30 €/m2/mes.
Calle Angosta de los Mancebos
Se concluye que el alquiler medio es de 3,55 €/m2/mes, siendo la media en la zona de 18,20 €/m2/mes.
Calle Churruca
Se concluye que el alquiler medio es de 8,25 €/m2/mes, siendo la media en la zona de 20,30 €/m2/mes.
Calle Fucar
Se concluye que el alquiler medio es de 9,05 €/m2/mes, siendo la media en la zona de 20,30 €/m2/mes.
Calle Luchana
Se concluye que el alquiler medio es de 10,23 €/m2/mes, siendo la media en la zona de 19,20 €/m2/mes.
Calle Santa Teresa
Se concluye que el alquiler medio es de 07,29 €/m2/mes, siendo la media en la zona de
20,30 €/m2/mes.
Calle del Castillo
Se concluye que el alquiler medio es de 7,65 €/m2/mes, siendo la media en la zona de 19,20 €/m2/mes.
Calle del Olivar
Se concluye que el alquiler medio es de 6,94 €/m2/mes, siendo la media en la zona de 18,90 €/m2/mes.
Calle de Fuencarral
Se concluye que el alquiler medio es de 10,60 €/m2/mes, siendo la media en la zona de 18,30 €/m2/mes.
Calle San Bernardo
Se concluye que el alquiler medio es de 13,21 €/m2/mes, siendo la media en la zona de 20,30 €/m2/mes.
Calle Santa Teresa
Se concluye que el alquiler medio es de 10,27 €/m2/mes, siendo la media en la zona de 20,30 €/m2/mes.
Tomamos decisiones
Ante esta situación de escasísima rentabilidad, entre un 40% y un 50% mínimo por debajo del mercado, las pérdidas continuadas de los colegios, y ninguna capacidad de endeudamiento, vimos conveniente tomar tres decisiones, primero: la transformación de estos bienes inmuebles para producir una rentabilidad acorde a las necesidades de la Fundación, piense Santidad que es una Fundación civil sujeta a la Ley de Fundaciones y a sus fines, en ningún caso se indica que se trata de una Fundación para el alquiler social, sino que sus funciones se especifican claramente:
- Acoger en Centros propios a niños y niñas que por situaciones de carencias familiares y precariedad económica se vean en situación de necesidad.
- Para los niños acogidos, el mantenimiento, formación y dotación de aquellos recursos necesarios para su desarrollo personal en igualdad de condiciones con el resto de niños de su entorno.
- Dotar a los citados menores con aquellos valores que los fundadores transmitieron en las constituciones de las fundaciones originarias.
- Dar educación oficial obligatoria y voluntaria hasta los dieciocho años a todos aquellos niños que lo soliciten y cumplan los requisitos exigidos por las autoridades públicas, los regulados para su admisión por el Patronato, y aquellos exigidos por los conciertos o convenios a los que la Fundación está acogida.
- Impartir todas aquellas enseñanzas no oficiales que la Fundación considere que enriquezcan el desarrollo personal de sus beneficiarios.
- Todos aquellos otros que el Patronato en cualquier momento decida en desarrollo del objeto fundacional, o en beneficio de sus beneficiarios.
La segunda decisión fue la adquisición de activos que generaran una mayor rentabilidad, como ya le expliqué, indispensable para el futuro de la Fundación.
Y la tercera, aún más importante, trasladar los centros – internados residenciales y educativos - a nuevos edificios modernos y funcionales, acogedores y bien dotados, que serían construidos en una zona dotacional de la capital donde hubiera niños con mucha necesidad, para poder llenar los colegios e internados, y se integrarían en un entorno que soñamos y plasmamos maravillosamente, LA CIUDAD DE LA MISERICORDIA,
Ya lo dijo el mandato evangélico Santidad, “dejad que los niños se acerquen a mí, porque de ellos es el Reino de los Cielos” y aquella maravillosa metáfora cuando en el juicio final los justos se sorprenden de sus palabras y le dicen “Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te sustentamos, o sediento, y te dimos de beber? ¿Y cuándo te vimos forastero, y te recogimos, o desnudo, y te cubrimos? ¿O cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti? Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis”. Ocuparnos de los niños es nuestro mandato, por eso tomamos esas decisiones en FUSARA.
No es lo que contamos en la prensa porque nos entró pánico cuando los inquilinos protestaron. Por eso recurrí a este presunto farsante – por Belda – y en menudo lío estoy metido” “y yo, - dijo el obispo Cobo – ya le contaré lo mío, pero dejemos que siga el Cardenal” “y lo mío qué” dijo Belda, “tu mejor estás calladito a ver qué hacemos contigo” respondió el ahora crecido Osoro, la verdad te quita de encima el peso de la culpa.